Un juez libera a un preso tras conocer las terribles condiciones de su celda.

Tras visitar la cárcel de Bois-d'Arcy, en Francia, un juez ha ordenado la excarcelación de uno de los reclusos reconociendo las malas condiciones en que se encontraba la celda.

¿Qué requisitos debe cumplir un establecimiento penitenciario? La variedad de convenciones sociales, jurídicas, económicas y geográficas hace que sea complicado establecer unas reglas internacionales que velen por el respeto a los derechos humanos de un reo. Sin embargo, sí hay unas premisas básicas en cuanto a las condiciones del espacio donde una persona va a ser recluida y el trato que debe darse adoptadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre prevención del delito y tratamiento del delincuente, aprobadas en 1957.

Este reo francés compartía celda con otro hombre. Un angosto espacio en el que entre las dos camas, una mesa y una silla sólo quedaban 50 centímetros cuadrados 'vacíos'. Para rematar, sobre ellos, un agujero en el techo que les dejaba expuestos a viento y lluvia, teniendo que elegir si al dormir se mojaban la cara o los pies.

Stephane Sebag, el abogado del prisionero, cuyo nombre no ha sido revelado, ha explicado que la orden de liberación se produjo después de que el juez le entrevistara, según recogió la agencia UPI. Según Sebag, el juez estuvo de acuerdo en que la celda era demasiado estrecha para dos personas.

“Ver a un hombre tan grande como él, que mide 1,94 metros, y que ni siquiera puede levantarse y realizar tareas cotidianas, es inaceptable”, ha dicho Sebag quien asevera que en los escasos 50 centímetros cuadrados que quedan libres entre las camas “no pueden convivir dos personas. Para comer, sólo tienen una mesa y una silla, además de una cocina eléctrica que ellos mismos han fabricado”.

El abogado del reo liberado considera que la decisión del juez ha sido “valiente” y “extremadamente rara”. Los fiscales ya han recurrido la medida.

Fuente: Lainformación