Me voy a Holanda

“No. No soy un joven diplomado que busca trabajo y que no lo encuentra en España. Tengo Alzheimer y voy a ingresar en la residencia De Hogeweyk a 20 kilómetros de Amsterdam.”

Un verdadero pueblo que acoge a personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. No hay batas blancas, ni olor a desinfectante, ni salas comunes donde quedarse dormido delante de una tele encendida.


Pero si hay calles, plazas, bancos para sentarse y fuentes, un supermercado, un café, un restaurante, un teatro, un peluquero, 25 clubes de ocio…, y edificios de no más de dos plantas. Como el barrio de una pequeña ciudad.

Allí viven 152 residentes de una edad media de 83 años. “Residentes” en el sentido de habitantes de una urbanización, no como “ingresados” en una residencia.

No hay horario fijo para levantarse y acostarse, ni para comer. No hay horarios de visita. Las personas que vienen a visitar su familiar siempre son bienvenidas. No hay restricciones impuestas a los residentes. Están libres de salir y de andar… en los límites del pueblo.

Los residentes viven por grupos de 6 a 7 en 20 pisos gestionados por enfermeras que les cuidan y colaboran en las tareas domésticas. Para evitar la monotonía, se han diseñado 7 “ambientes” distintos, lo que permite ofrecer a los residentes un entorno que corresponde a su forma habitual de vida, a su cultura, a su origen rural o de cuidad.

Una vida la más próxima a la vida normal en un entorno normal.

Un punto fundamental es que los residentes de este pueblo viven alrededor de una media de 30 meses más que una población idéntica fuera de este lugar.
…Y todo por 2.200 € al mes. Es verdad que esta “residencia” pertenece a una fundación que reinvierte todo su beneficio (Grupo Vivium).

“Me voy a Holanda. A ver si me puedo colar”.
Jacques Selmès
Secretario II FAE, ex Presidente de Alzheimer Europe
(Le Monde, 15 de noviembre 2013)

Fuente: Familia Alzheimer España