Temor en las residencias ante un nuevo 'tijeretazo' a la dependencia
El aumento del copago en los centros repercute en una reducción del 'dinero de bolsillo' para los discapacitados que rondará el 40%....
https://contralinjusticia.blogspot.com/2014/08/temor-residencias-copago-dependencia-tijeretazo.html
El aumento del copago en los centros repercute en una reducción del 'dinero de bolsillo' para los discapacitados que rondará el 40%. El sector se moviliza y exige a Benestar que rectifique.
Dependientes y personas mayores se preparan para padecer un gran ‘tijeretazo’. Numerosas personas de Tarragona en esa situación están recibiendo estos días cartas en las que se les notifica el cambio de criterios en dos facetas: por un lado la financiación de las prestaciones incluidas en la cartera de servicios sociales, y por el otro, las que se asignan en calidad de autonomía y dependencia, en un concepto de ‘dinero de bolsillo’, destinado a cubrir necesidades básicas como medicamentos, podólogo, audífonos o el mantenimiento de las sillas de ruedas eléctricas. «Estamos luchando para que Benestar entre en razón. Con la federación Ecom hemos pedido una reunión con el Departament para que rectifique», dice Jaume Marí, presidente de la Associació de Paràlisi Cerebral La Muntanyeta.
«Se está aplicando una nueva orden de la Generalitat en la que se regulaban los copagos. Ya mostramos nuestra disconformidad en su momento, sin saber cuál sería la repercusión. La idea es que han hecho un nuevo cálculo de copago y, para ahorrarse la Generalitat ese dinero, se lo sube al usuario. Y ese nuevo cálculo supone una disminución de dinero de bolsillo», cuenta.
‘Poder llevar una vida normal’
El resultado es una reducción del dinero disponible para «poder llevar una vida normal, para no vivir encerrados y seguir sociabilizándonos», explica Carles Balañà, discapacitado con plaza en la residencia de Sant Salvador, uno de los centros afectados. «Nos movemos. Estamos dando ya pasos», indica, mientras impulsan contactos con políticos tanto locales como en el Parlament para intentar detener la medida.
Balañà expone su caso: «Ahora cobro 14 pagas de 949 euros, o sea, un total de 13.291 euros anuales. Pago 12 mensualidades de 733 euros, esto es, 8.800 euros cada año. Por lo tanto, si restamos 13.291 menos 8.800 me quedaban al año 4.491 euros para muchos gastos. Ya íbamos tirando pero justitos». Ahora desglosa la situación en la que quedará: «Cuando apliquen el decreto pasaré a pagar 12 mensualidades de 977 euros. Es decir, 11.727 euros anuales que tendré que pagar. Si restamos eso a lo que cobro de pensión, que no varía, 13.291 euros, me quedarán sólo 1.564 euros al año para afrontar todos esos gastos». Por lo tanto, de 4.491 euros anuales de bolsillo se pasará a 1.564 en su caso.
«Queremos que el Departament entre en razón. Es un recorte más sobre los más débiles, sobre personas que, más allá de que tengan la plaza, tienen que poder vivir y hacer cosas. Y ya no sólo para tomarse un café, sino que con ese dinero tienen que pagar la medicación o los arreglos en la silla de ruedas, por ejemplo. Son personas con muchos gastos. Hay que tener en cuenta que un hijo con discapacidad acarrea a la familia un gasto 2,5 veces mayor. Si con este dinero de bolsillo puede pasar una persona, que venga alguien y lo vea…», cuenta Marí.
Muchos tendrán que vivir con el 20% del IRSC, el indicador de renta de suficiencia, cifrado en 569,12 euros. Esto es, alrededor de 132 euros al mes, una cifra que varía en función de la pensión y las propiedades del usuario.
El valor de una pensión
Los nuevos precios de la cartera de servicios sociales publicados este año en el DOGC indican los aumentos: baja el módulo social (lo que paga la administración) y sube el copago por parte del usuario. Un ejemplo: el servicio de residencia asistida de carácter temporal o permanente para gente mayor pasa de un coste de 1.201 euros al mes para el usuario a 1.447.
Otro: el servicio de centro residencial temporal o permanente para personas con discapacidad física con necesidad de apoyo extenso pasa de 1.767 euros a 2.255. Y otro más: en el caso de que el apoyo sea generalizado, se pasa de 1.755 euros al mes a 2.324. «La administración ya no sabe de dónde sacar el dinero. Ya se están dando las órdenes para ese copago. Llega un momento en el que la gente ya está resignada», resume el doctor Vicente Botella, presidente de Uprimir (Unió de Petites i Mitjanes Residències).
«Para compensar se disminuye el dinero de bolsillo, que ya era poquísimo. Si bien eso no afecta tanto a la gente mayor, sí que repercute en los discapacitados, para los que ese dinero era muy útil. De todas maneras, es un problema que afecta a todas las residencias, a todos los casos de dependencia. Cada vez hay más familias que sacan al abuelo de la residencia y se lo llevan a casa. Ahora su pensión es un valor en alza. Esos 800 euros pueden servir para que la familia salga adelante», explica Botella, que añade: «También se ha incluido patrimonio como la vivienda habitual, algo necesario porque creíamos que así se hacía más justicia, pero lo peor es el incremento global y la reducción de ese dinero de bolsillo». El incremento atañe a múltiples prestaciones. Por ejemplo, el servicio de hogar como residencia temporal o permanente para personas con discapacidad intelectual con necesidad de apoyo intermitente pasa de un copago para el usuario de 914 euros a 1.035.
El nuevo sistema de copago contemplaba el patrimonio, algo que desde Benestar se justificaba para que «pague más quien más tiene». «Con la nueva orden de copago se persigue que cada persona pague en función de su capacidad económica real», explica el Departament. Según el Govern, se pretende «eliminar desigualdades en el pago de los servicios sociales y facilitar que todas aquellas personas sin recursos puedan acceder en las mismas condiciones que el resto».
«De momento, en las revisiones de todos los casos que hemos visto siempre se ha hecho una modificación al alza, nunca a la baja», explica Jaume Marí desde la Muntanyeta, una de las diversas entidades que empieza a movilizarse ante lo que muchos consideran un nuevo ‘tijeretazo’ a la dependencia y la autonomía.
Fuente: Raúl Cosano. DiarideTarragona.com
Dependientes y personas mayores se preparan para padecer un gran ‘tijeretazo’. Numerosas personas de Tarragona en esa situación están recibiendo estos días cartas en las que se les notifica el cambio de criterios en dos facetas: por un lado la financiación de las prestaciones incluidas en la cartera de servicios sociales, y por el otro, las que se asignan en calidad de autonomía y dependencia, en un concepto de ‘dinero de bolsillo’, destinado a cubrir necesidades básicas como medicamentos, podólogo, audífonos o el mantenimiento de las sillas de ruedas eléctricas. «Estamos luchando para que Benestar entre en razón. Con la federación Ecom hemos pedido una reunión con el Departament para que rectifique», dice Jaume Marí, presidente de la Associació de Paràlisi Cerebral La Muntanyeta.
«Se está aplicando una nueva orden de la Generalitat en la que se regulaban los copagos. Ya mostramos nuestra disconformidad en su momento, sin saber cuál sería la repercusión. La idea es que han hecho un nuevo cálculo de copago y, para ahorrarse la Generalitat ese dinero, se lo sube al usuario. Y ese nuevo cálculo supone una disminución de dinero de bolsillo», cuenta.
‘Poder llevar una vida normal’
El resultado es una reducción del dinero disponible para «poder llevar una vida normal, para no vivir encerrados y seguir sociabilizándonos», explica Carles Balañà, discapacitado con plaza en la residencia de Sant Salvador, uno de los centros afectados. «Nos movemos. Estamos dando ya pasos», indica, mientras impulsan contactos con políticos tanto locales como en el Parlament para intentar detener la medida.
Balañà expone su caso: «Ahora cobro 14 pagas de 949 euros, o sea, un total de 13.291 euros anuales. Pago 12 mensualidades de 733 euros, esto es, 8.800 euros cada año. Por lo tanto, si restamos 13.291 menos 8.800 me quedaban al año 4.491 euros para muchos gastos. Ya íbamos tirando pero justitos». Ahora desglosa la situación en la que quedará: «Cuando apliquen el decreto pasaré a pagar 12 mensualidades de 977 euros. Es decir, 11.727 euros anuales que tendré que pagar. Si restamos eso a lo que cobro de pensión, que no varía, 13.291 euros, me quedarán sólo 1.564 euros al año para afrontar todos esos gastos». Por lo tanto, de 4.491 euros anuales de bolsillo se pasará a 1.564 en su caso.
«Queremos que el Departament entre en razón. Es un recorte más sobre los más débiles, sobre personas que, más allá de que tengan la plaza, tienen que poder vivir y hacer cosas. Y ya no sólo para tomarse un café, sino que con ese dinero tienen que pagar la medicación o los arreglos en la silla de ruedas, por ejemplo. Son personas con muchos gastos. Hay que tener en cuenta que un hijo con discapacidad acarrea a la familia un gasto 2,5 veces mayor. Si con este dinero de bolsillo puede pasar una persona, que venga alguien y lo vea…», cuenta Marí.
Muchos tendrán que vivir con el 20% del IRSC, el indicador de renta de suficiencia, cifrado en 569,12 euros. Esto es, alrededor de 132 euros al mes, una cifra que varía en función de la pensión y las propiedades del usuario.
El valor de una pensión
Los nuevos precios de la cartera de servicios sociales publicados este año en el DOGC indican los aumentos: baja el módulo social (lo que paga la administración) y sube el copago por parte del usuario. Un ejemplo: el servicio de residencia asistida de carácter temporal o permanente para gente mayor pasa de un coste de 1.201 euros al mes para el usuario a 1.447.
Otro: el servicio de centro residencial temporal o permanente para personas con discapacidad física con necesidad de apoyo extenso pasa de 1.767 euros a 2.255. Y otro más: en el caso de que el apoyo sea generalizado, se pasa de 1.755 euros al mes a 2.324. «La administración ya no sabe de dónde sacar el dinero. Ya se están dando las órdenes para ese copago. Llega un momento en el que la gente ya está resignada», resume el doctor Vicente Botella, presidente de Uprimir (Unió de Petites i Mitjanes Residències).
«Para compensar se disminuye el dinero de bolsillo, que ya era poquísimo. Si bien eso no afecta tanto a la gente mayor, sí que repercute en los discapacitados, para los que ese dinero era muy útil. De todas maneras, es un problema que afecta a todas las residencias, a todos los casos de dependencia. Cada vez hay más familias que sacan al abuelo de la residencia y se lo llevan a casa. Ahora su pensión es un valor en alza. Esos 800 euros pueden servir para que la familia salga adelante», explica Botella, que añade: «También se ha incluido patrimonio como la vivienda habitual, algo necesario porque creíamos que así se hacía más justicia, pero lo peor es el incremento global y la reducción de ese dinero de bolsillo». El incremento atañe a múltiples prestaciones. Por ejemplo, el servicio de hogar como residencia temporal o permanente para personas con discapacidad intelectual con necesidad de apoyo intermitente pasa de un copago para el usuario de 914 euros a 1.035.
El nuevo sistema de copago contemplaba el patrimonio, algo que desde Benestar se justificaba para que «pague más quien más tiene». «Con la nueva orden de copago se persigue que cada persona pague en función de su capacidad económica real», explica el Departament. Según el Govern, se pretende «eliminar desigualdades en el pago de los servicios sociales y facilitar que todas aquellas personas sin recursos puedan acceder en las mismas condiciones que el resto».
«De momento, en las revisiones de todos los casos que hemos visto siempre se ha hecho una modificación al alza, nunca a la baja», explica Jaume Marí desde la Muntanyeta, una de las diversas entidades que empieza a movilizarse ante lo que muchos consideran un nuevo ‘tijeretazo’ a la dependencia y la autonomía.
Fuente: Raúl Cosano. DiarideTarragona.com
